Estupideces que te lleva a decir la falta de internet y otros cuentos.
(Texto agregado el sabado 3 de septiembre, 14:37 hs): Bueno, seguimos con los post escritos cuando la maldita conexión andaba mal, y que además rememoran cosas del año pasado.
Bueno, la falta de ciertas cosas en la vida de determinadas personas, lo llevan a tomar determinaciones muy extrañas y escribir pavadas, pasándolas de un cuaderno a texto en word. Espero que no vomiten mientras leen.
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Y seguimos (cuando digo "seguimos" me refiero al Dr. Tremendo Zimonki y yo) recordando "viejos" tiempos. En esta ocasión, otro de los cuentos que no fué muy bien recibido por mis compañeritos del salón en el pasado año 2004, de todas maneras lo voy a publicar, por que se me cantan las pelotas, y al Doctor le gustó bastante... y me di cuenta, por que no me golpeó con la toalla mojada, como suele hacer cuando lee algo que escribo y no le gusta. Entre nosotros, tiene un gusto muy malo.
Entonces, dice asi:
HORSEA.
Maldito el día en que nací. Maldigo a mi padre y a la yegua de mi madre por haberme concebido. Les voy a contar el calvario que es mi vida.
Nací hace algunos años en las afueras de un departamento del interior del país, en el medio del campo, para ser un poco mas preciso.
De chico recuerdo ver a mis padres deslomándose, trabajando para que yo saliera adelante. Tengo aun la imágen de los dos, trabajando la tierra, el harado, el traslado y esas cosas. Siempre quisieron que yo fuera uno de esos modelos que ganan premios y son famosos. Tenía las aptitudes necesarias, entonces un día, de apuro intentaron llevarme a la capital, para que concursara, y pudiese yo llegar a algo, algo quizá grande.
Entonces me vine. Y fué lo peor. Los otros concursantes se lucían, musculosos, me miraban con desprecio por ser yo un hijo de trabajadores de campo. Y todos hicieron lo posible para que yo no ganara.
Casi lo logran. Salí segundo. Pero fué peor. Hubiera sido mejor no haber ganado, pues de haber sucedido esto, no estaría sufriendo tanto.
Por haber salido segundo, me llevaron a un lugar alejado de la ciudad y me hicieron trabajar como un esclavo. Igual que mis padres. Entonces recordé que de tanto verlos trabajar, de ayudarlos y todo eso, ya sabía lo que debía hacer. A pesar que hice todo lo posible por evitarlo, me golpearon tanto y a tal punto de llegar a quebrarme un tobillo, y por eso quisieron eliminarme con un tiro de escopeta. Ya no les servía, me descartarían, y buscarían a otro inocente como yo, quien quizás correría con la misma suerte que yo.
Con el tobillo hecho añicos, pude escapar. Y llegué a la ciudad. Una familia humilde que parecía ser buena, me daban un lugar donde dormir y comida, a cambio de trabajo.
Y esa fué la gota que desbordó el vaso. Por que aqui estoy, otra vez, esclavizado por esta familia. Tirando de su carro, juntando basura. Ser caballo es una mierda.
Fin.
Espero que no les haya causado malestares estomacales o de algún otro tipo. De no ser asi, contactense con mi abogado.
Ya queda menos para sufrir de mi cuaderno. Vamos! ya falta poco. Haganme sentir bien y prometo no postear mas estas estupideces viejas, sino que lo haré con estupideces fresquitas, recién sacadas de una letrina.
(Notal personal Nº3.651.153-0: Tengo que tratar de no escuchar tanto a Syd Barret, me está haciendo mucho daño.... "and the way you kiss, will always be a very special thing to me...." oh, dios mio, me está afectando al sistema nervioso!)
Los veo la clase que viene. Cuidense y no hagan cosas raras. Como dice Dani Umpi, no se enamoren de la gente de la noche.