Verano, que verano! (de mierda)
Este verano, es caracterizado como una mierda. Simplemente eso, un cacho de bosta, puro sol, puro calor, y yo acá, en la capital, como corresponde, lugar del que nunca nadie debió haber salido.
No solo por eso, la estación en la cual vivimos ahora, trae consigo, la reducción de la programación de la increíble televisión nacional, además de la radial (esta es buena en general, dejando la ironía de lado), sin nombrar el recurrente hecho de que es la época en la cual me queman todos los temas musicales, y quienes lo hacen, se escudan detrás de la frase “el tema del verano”, para pasarlo indiscriminadamente, 10 o 15 veces en un día. Ya me gastaron “Drop the preasure”, de Mylo, “Four to the floor”, de Starsailor, y principalmente, lo que fue mi canción favorita durante un tiempo: “Some Velvet Morning”, de Primal Scream. Locutores “cool”, o mejor dicho, que pretenden serlo, pasan uno detrás del otro estos temas, sin contar el estúpido enganche que hacen con el ultra escuchado, horrible y comercial hit de U2 “Vertigo”. Menos mal que ya le inventaron una versión remixada, igual apesta. Sin contar que casi me hicieron prenderle fuego al disco “Dirty hits” de Primal Scream, por la repetición recién nombrada. Pero bueno, el mundo es así, y hay cientos de giles, enfermos,
MTV watchers, y pendejos efervescentes de la movida musical más comercial, que piensan que estos temas salieron JUSTO para este veranillo espantoso. No niños, no, muchos de estos hits que están sonando, datan de algún tiempillo atrás. Tontos ilusos.....
Obviamente, este tipo de personajes no son quienes pueden leer esto, dado que no conocen la existencia de este blog. Menos mal, no quiero envenenar la hermosa “creme de la creme” que se ha formado, gracias a filtros de otros hermosísimos blogs, los cuales son mejores que este, claro. Dudo que alguien llegue a leer hasta aquí, al menos me dejaron hacer este descargo, lo necesitaba, además mi vida últimamente, gira entorno a grandes cantidades de música, con la que me doy grandes sobredosis en formato MP3, por que tengo algunas cosas que me hicieron llegar dos de mis “fans”. A ellos gracias.
De todas maneras me desvié un poco de lo que realmente, hace del verano (este en particular) una montaña sideral de caca: como lo clásico, la arenita que me eriza, y en la cual generalmente se camuflan vidrios rotos que giles tiran en las playas, el agua sucia, los negros que la ensucian, y pendejos que mean en el agua. Sin contar los que “hacen de cuerpo”, para no decir que van a cagar a la playa, motivo principal por el cual no quise ir nunca mas, hace ya 3 o 4 años, luego de que un flotador marrón, se acercara a mí a no menos de 50 cm de distancia de donde me encontraba. Huí nadando, cosa increíble, teniendo en cuenta que no sé nadar. Otra cosa que me hace desistir de ir a la playita son las infecciones auditivas, el principal de mis temores, dado a que te podés quedar sordo, y que te agarras sumergiéndote en el agua, cuando este líquido sucio entra por el canal auditivo, llegando al fondito, y acumulándose ahí, contaminando todo.
Todo esto sin contar a los planchas, que nunca me crucé con uno en la arena, aunque sí con esos estúpidos que se ponen a hacer castillos humanos en el agua al lado tuyo, encima ponen minas arriba que se te caen en la capocha (esto me pasó en Solymar en el ´98)... calcularán que mi experiencia veraniega y playera, fue traumática. Sin contar aquella vez que fuimos a la playa de Pocitos, y nos encontramos con un bobito que se había escapado de un loquero. Resulta que el retrasado, revisaba todos los bolsos y mochilas que encontraba, en busca de líquidos bebibles. Para peor de una mochila cercana a donde estábamos nosotros, se hizo de un vaso de aluminio, perteneciente a un niño que lloró por este hurto. Y yo lo vi. Obviamente que su mamá buscó al bobito por la playa, cosa que no le costó mucho, por que todos estaban indignados. Un señor le delató, enojado por que se había tomado medio litro de cocacola mal habida, mientras su legítimo dueño se bañaba, placidamente en las calmas aguas de esta playita, y el estúpido saciaba su sed con el refresco de este hombre. Estos hechos, objetos y situaciones entrelazadas entre sí, mas las suposiciones de lo que hoy en día pasan y hay en las playas, hacen que día a día, me cuestione la idea de que la playa es una porquería. Y siempre llego a la misma conclusión: Si, la playa es un fardo de bosta.
Yo que ustedes, pensaría dos veces la idea de concurrir a este lugar, teniendo miles mas divertidos, mas ahora que la gente casi desapareció de nuestra capital. Los dejo, y mediten, piensen en todo lo que leyeron. Por que al final, me van a terminar dando la razón, y lo sé, por que en estos casos siempre tengo razón. Y no me vengan después a decirme nada, por que mi respuesta probablemente será “Jodete. Odio decir “te lo dije”, o “Hate to say I told you so”